5/24/2015

Elecciones municipales: primeros pasos hacia una democracia real


Queridos/das lectores/as:
 

Pienso que tenemos innumerables motivos para considerar que la situación política general del mundo contemporáneo es ruinosa y oscura, pero, por otro lado, en nuestros días están surgiendo diversas iniciativas que apuntan en el sentido de concebir y practicar una política radicalmente diferente, sustancialmente mejor. En los comicios electorales de hoy podemos encontrar algunos ejemplos. De una manera aún poco elaborada, consciente y congruente, algunas candidaturas municipales avanzan en el sentido de superar la "democracia representativa" creando nuevas instituciones asamblearias municipales... Sin ir más lejos, en mi pueblo ha surgido una candidatura que se anuncia de la siguiente manera: "No queremos gobernar, queremos organizar el cambio - Un movimiento asambleario en el que el pueblo decide" (Ganamos la Escala). En otros pueblos, como Sant Antoni de Vilamajor, se están dando pasos en la misma dirección: "Bajo el paradigma de la democracia directa, hecha por y para la gente y en el marco de un código ético, proponemos una asamblea popular que tome las decisiones sobre las actuaciones en el municipio y que éstas sean trasladadas al Ayuntamiento por los portavoces del pueblo."

En Cataluña, en el último lustro, unas cuantas personas hemos ido elaborando y promoviendo, mediante publicaciones, comunicados, artículos, grupos de estudio, charlas y canciones, la propuesta de presentar candidaturas municipales que no pretendan la simple gerencia del Ayuntamiento, como hacen todos los partidos "representativos", sino que aboguen para que el poder actualmente concentrado en el Ayuntamiento pase a estar directamente en manos de la ciudadanía local, a través de Asambleas Populares que designan Portavoces revocables y con mandatos específicos y que pueden establecer Confederaciones si resulta conveniente. Sin duda, nos queda un largo y difícil camino por recorrer si queremos poner en funcionamiento un sistema político de este tipo, es decir, un sistema verdaderamente democrático, pero es bueno tener presente que ya es un paso adelante el hecho de que esté aumentando notoriamente el número de candidaturas y de personas que apuntan más o menos en este sentido.

Este mes de mayo, por otra parte, se cumplen cuatro años desde la movilización del 15M. Esta fue, en mi opinión, es uno de los acontecimientos políticos masivos más memorables de las últimas décadas porque, ya sea de forma explícita o implícita, el 15M puso sobre la mesa algunos retos sumamente urgentes e importantes para la humanidad contemporánea. Así, si el 15M fue una tentativa precaria, momentánea e improvisada para recuperar la política (en el sentido genuino del término, es decir, la actividad deliberativa y decisiva de la ciudadanía sobre la esfera pública), el reto que tenemos por delante consiste en lograr una recuperación plena, permanente e institucionalizada de la misma; si el 15M fue una celebración efímera del espíritu de comunidad, el reto del siglo XXI consiste en convertir la sociedad en una extensa comunidad de comunidades; si el 15M giró en torno a las asambleas populares, el reto político principal en nuestra centuria no es otro que conseguir que estas sean soberanas.

Para avanzar en este camino, en un día como hoy, es bueno recordar las sabias palabras de Ricardo Mella: "votad lo que estiméis conveniente en la jornada de las elecciones, o absteneros. Pero no olvidéis nunca que lo primordial es lo que hacéis, con vuestra lucha, los 364 días restantes del año".

Saludos cordiales,

Blai



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