Queridos/as lectores/as:
Este mes de mayo se cumplen cinco años desde que se constituyeron en Cataluña dos iniciativas substancialement afines y notablemente sinérgicas: la Cooperativa Integral Catalana, que este fin de semana celebra su cumpleaños en Utramort (Baix Empordà), y el Grupo de Acción de Democracia Inclusiva de Cataluña, antecesor del actual Grupo de Reflexión para la Autonomía. En estos años, mientras la Cooperativa Integral se ha dedicado sobre todo a cultivar la Cooperación y la Autonomía en términos económicos, haciendo red y potenciando proyectos autogestionarios con herramientas como la desobediencia fiscal, el Grupo de Acción de Democracia inclusiva y el Grupo de Reflexión para la Autonomía se han focalizado sobre todo en desarrollar los aspectos ideológicos, elaborando y difundiendo ideas democráticas radicales e integrales, así como promoviendo procesos de formación política y reflexión profunda, amplia y transformadora. De este modo, ambas iniciativas, focalizadas en aspectos diferentes, se han ido alimentando mutuamente.
La compañera Laia Vidal, quien, junto conmigo y otros compañeros/as ha promovido valientemente el surgimiento y el desarrollo del Grupo de Acción de Democracia Inclusiva de Cataluña y otras iniciativas relacionadas, acaba de escribir un artículo explicando las principales acciones, motivaciones y evoluciones de este periplo reflexivo, difusor y organizativo. Se trata de una retrospectiva muy sintética de una amplia experiencia personal y colectiva que ha reportado varios frutos y aprendizajes, los cuales, con el paso de los años, nos han llevado a desarrollar los proyectos que ahora estamos promoviendo, como el Proceso de Génesis Vitalista Integral.
El artículo de Laia, "Sembrando autonomía en nuestras cabezas", que reproduzco a continuación, se presentó en el Encuentro de Reflexión sobre Revolución Integral celebrada en Miraflores (Madrid) los pasados 1 y 2 de mayo, en el que participaron más de un centenar de personas procedentes de distintos puntos del territorio del Estado español.
Este fin de semana, así pues, me parece que todas las personas que estamos a favor de la Autonomía tenemos motivos para la celebración, porque en estos últimos cinco años, en general, no hemos dejado de esforzarnos, avanzar, cuestionarnos, mejorar y crecer.
¡Seguimos!
Blai
Este mes de mayo se cumplen cinco años desde que se constituyeron en Cataluña dos iniciativas substancialement afines y notablemente sinérgicas: la Cooperativa Integral Catalana, que este fin de semana celebra su cumpleaños en Utramort (Baix Empordà), y el Grupo de Acción de Democracia Inclusiva de Cataluña, antecesor del actual Grupo de Reflexión para la Autonomía. En estos años, mientras la Cooperativa Integral se ha dedicado sobre todo a cultivar la Cooperación y la Autonomía en términos económicos, haciendo red y potenciando proyectos autogestionarios con herramientas como la desobediencia fiscal, el Grupo de Acción de Democracia inclusiva y el Grupo de Reflexión para la Autonomía se han focalizado sobre todo en desarrollar los aspectos ideológicos, elaborando y difundiendo ideas democráticas radicales e integrales, así como promoviendo procesos de formación política y reflexión profunda, amplia y transformadora. De este modo, ambas iniciativas, focalizadas en aspectos diferentes, se han ido alimentando mutuamente.
La compañera Laia Vidal, quien, junto conmigo y otros compañeros/as ha promovido valientemente el surgimiento y el desarrollo del Grupo de Acción de Democracia Inclusiva de Cataluña y otras iniciativas relacionadas, acaba de escribir un artículo explicando las principales acciones, motivaciones y evoluciones de este periplo reflexivo, difusor y organizativo. Se trata de una retrospectiva muy sintética de una amplia experiencia personal y colectiva que ha reportado varios frutos y aprendizajes, los cuales, con el paso de los años, nos han llevado a desarrollar los proyectos que ahora estamos promoviendo, como el Proceso de Génesis Vitalista Integral.
El artículo de Laia, "Sembrando autonomía en nuestras cabezas", que reproduzco a continuación, se presentó en el Encuentro de Reflexión sobre Revolución Integral celebrada en Miraflores (Madrid) los pasados 1 y 2 de mayo, en el que participaron más de un centenar de personas procedentes de distintos puntos del territorio del Estado español.
Este fin de semana, así pues, me parece que todas las personas que estamos a favor de la Autonomía tenemos motivos para la celebración, porque en estos últimos cinco años, en general, no hemos dejado de esforzarnos, avanzar, cuestionarnos, mejorar y crecer.
¡Seguimos!
Blai
SEMBRANDO
AUTONOMÍA
EN NUESTRAS CABEZAS
EN NUESTRAS CABEZAS
Experiencia
de los Grupos de Estudio de Democracia Inclusiva
de Cataluña y el
Grupo de Acción de Democracia Inclusiva
de Cataluña 1
Introducción
En
el período 2009-2012, Blai
Dalmau, yo
misma y otros compañeros/as, impulsamos en Cataluña varios Grupos de
Estudio acerca del proyecto
de la Democracia Inclusiva
(DI),
con la intención de ofrecer una nueva forma de aprendizaje colectivo
y autogestionado, con un contenido radical y transformador,
compartiendo fraternalmente nuestros aprendizajes y reflexiones,
después de años de sufrir el aséptico academicismo imperante, el
estancamiento del conocimiento en la universidad y la fragmentación
de los movimientos sociales en la calle.
Las
iniciativas educativas autogestionadas y con contenidos radicales
eran prácticamente inexistentes en la Cataluña de entonces. Esta
situación, la falta de alternativas, que hoy perdura en gran medida,
llevaba a muchas personas hacia la universidad estatal, pese a ser
conscientes de que, en su mayor parte, “las universidades son
fabricas de humo” (Kenneth Rexroth).
La
experiencia de los Grupos de Estudio de DI (GEDI's) y la creación
del paralelo y subsiguiente Grupo de Acción de Democracia Inclusiva
(GADI) de Cataluña fueron iniciativas que tuvieron muchos frutos y
de las cuales intentamos aún aprender errores y aciertos, por la
cual cosa las expongo, a grandes rasgos, a continuación, por si
puede ser útil a otras personas que se planteen la creación de
grupos de estudio en el sentido de la Revolución Integral.
Constitución
y desarrollo de los grupos
Todo
empezó a principios del 2009, cuando Blai consiguió hallar uno de
los últimos ejemplares que quedaban en España del libro “Hacia
una Democracia Inclusiva – La crisis de la economía de mercado y
la necesidad de un nuevo proyecto liberador”
(Takis
Fotopoulos,
1997) y lo devoró con fruición. A continuación, propuso a un grupo
de compañeros y amigos, todos
ellos involucrados en la Red por el Decrecimiento que estaba muy
activa por aquél entonces, la lectura compartida y reflexionada del
libro, lo que supuso un primer atisbo positivo, aunque menos
organizado y riguroso, de lo que luego serían los Grupos de Estudio
de DI.
Unos
meses más tarde, para fomentar el surgimiento de grupos semejantes
de una forma más organizada, nos pusimos a diseñar un programa de
estudio detallado del citado libro, “Hacia una Democracia
Inclusiva”, con propuestas concretas para abordar col·lectivamente
el contenido y metodologías serias y, en parte, innovadoras. Al
cabo de poco tiempo, empezamos a difundir el programa entre distintas
redes sociales, colectivos, espacios autogestionados, amigos/as y
compañeros/as, en portales de internet, etc. con una convocatoria
para el primer encuentro que serviriría para conocernos las
interesadas, explicar la motivación del proyecto y la propuesta de
funcionamiento, así como establecer un día y hora semanal de
reunión.

En
la Universitat Lliure la Rimaia nos hicimos un grupo fuerte, con
miembros provinientes de distintos ámbitos y edades, desde
adolescentes que acababan de salir del instituto hasta personas
jubiladas, pasando por veinteañeros enérgicos como nosotros y
treintañeros que buscaban alternativas y respuestas a un mundo que
parecía empezar a desmoronarse. Los procesos de transformación de
la consciencia que sucedían en los grupos eran ciertamente
impactantes: personas que se habían apuntado al grupo por simple
curiosidad y ganas de compartir col·lecivamente, con un bagaje
bastante reformista-sistémico, o casi sin formación política, se
radicalizaban y profundizaban su cuestionamiento del sistema
Estado-Mercado a una velocidad increïble; algunos de los más
jovenes se motivaban maravillosamente para cambiar el mundo y
decidían dejar aparcada la universidad o la formación laboral y
dedicarse a promover y estudiar la Democracia Inclusiva y al mismo
tiempo montar proyectos autogestionados en base a la ayuda mutua.
Quién más y quién menos, todos aprendíamos a pensar, a
argumentar, a imaginar y a proyectar una imagen de sociedad mucho más
deseable y sostenible, empoderándonos individualmente al preparar
las sesiones, exponer contenidos y elaborar dinámicas para todo el
grupo. El número aproximado de los miembros del grupo oscilava entre
un mínimo de 8 a un máximo de 15 o 20.
De
los grupos de estudio que impulsamos en distintos puntos de la
geografía catalana el que más constancia y actividad tuvo fue el de
Barcelona, con lo cual después de unos meses de práctica reflexiva
decidimos formar un grupo más encarado a la acción política, que
llevara a cabo una difusión mucho más amplia de las ideas que
estabamos estudiando, desarrollando y reflexionando. Así nació el
Grupo de Acción para la Democracia Inclusiva de Cataluña (GADI), en
la primavera de 2010. Con este grupo, formado por los participantes
más implicados y motivados de los grupos de estudio, seguimos
promoviendo grupos de estudio, seminarios, ciclos de formación, así
como una publicación llamada Demos
en la cuál escribíamos artículos
tratando de relacionar nuestras problemáticas concretas e inmediatas
(Huelgas generales, construcción de empresas cooperativas,
elecciones, etc.) con el análisis global que nos proporcionaba la
perspectiva de la Democracia Inclusiva. También publicábamos un
boletín
bimestral
digital e informativo, con las novedades y actividades relacionadas
con la Democracia Incluisva, cuya audiencia llegó a más de 1000
suscriptores, y, de vez en cuando, emitíamos comunicados públicos
para intervenir en cuestiones punzantes de actualidad. Asi mismo,
Blai y yo tradujimos en esa época el libro “Crisis
Multidimensional y Democracia Inclusiva” (Takis Fotopoluos, 2005),
el cual, a parte de ser más actual, era más sintético que “Hacia
una Democracia Inclusiva” , y con capítulos más cortos, cosa que
permitía realizar las sesiones de los grupos de estudio de forma más
pausada y abarcable en poco más de 2 horas que duraban nuestras
sesiones.

Análisis
de aciertos y limitaciones
En
primer lugar, voy a poner sobre la mesa algunos aciertos y puntos
fuertes de tales grupos, así como los elementos que según mi modo
de ver fueron clave para que tuvieran el impacto que tuvieron:
- Motivación, seriedad y entusiasmo: algunos de los impulsores de los grupos nos dedicamos en cuerpo y alma a la tarea de difundir el proyecto de la DI durante aquellos años. Creíamos que era fundamental hacerlo, que era una contribución histórica, que nos mejoraba a nosotros y que aportaría herramientas, conceptos e ideas para mejorar radicalmente el mundo. Nos lo tomábamos con igual o mayor seriedad que un trabajo “remunerado”. Éramos serios y dedicados, por lo cual las personas que participaban en los grupo también lo eran o lo devenian, y, si no lo vivían así, no tardaban en marcharse porque la cultura grupal era de mucha disciplina, seriedad, motivación y consciencia sobre la importancia de la tarea.
- Responsabilidad individual: las personas asumían la preparación de alguna/s sesion/es, así como la dinamización de ellas, aunque todo el mundo debía leerse igualmente los capítulos del programa. Aunque les resultara difícil comprender algunas cuestiones de análisis económico o político, por ejemplo, las dudas se resolvían entre todos, resultando de todo ello una elevación del pensamiento que no se hubiera dado si nos hubierámos limitado a estudiar lo que nos resultaba “fácil”, cómodo o simple. No era un problema exigirnos más de nuestras posibilidades del momento, puesto que considerábamos que estábamos en evolución constante y que cualquiera podía aprender.
Liderazgo intelectual y estratégico: las personas que impulsamos y promovimos los grupos, particuarmente Blai, llevamos ya algunos años implicados en el estudio, la reflexión y la práctica política con ideas similares a las que estudiábamos, reflexionabamos y difundíamos en los GEDIs y GADI. Las diferencias de experiencia y conocimientos aportadas al bien común del grupo ayudaban a superar estancamientos y dudas sobre contenidos cuando las había así como daban un cierto empuje y visión estratégica que nos hacía avanzar en el proyecto en general y en los subproyectos que iban surgiendo.
Compromiso: ligado con la seriedad de los cursos que plantéabamos nos encontramos la cuestión del compromiso: había que asistir a un mínimo de sesiones para formar parte del grupo, ya que sino se notaba mucho la diferencia entre los que estaban siguiendo los analisis y razonamientos colectivos y los que no, y esto dificultaba el avance.
- Proactividad e innovación: Para mí, un punto fuerte era el hecho de que no nos limitábamos a seguir lo que se estaba haciendo en otros grupos o redes sino que teníamos clara nuestra propuesta y función, y trabajábamos en ella con esmero. Esto no quiere decir que nos margináramos o que no conocieramos a otros grupos y proyectos -en algun momento sí pasó un poco que nos aislamos en nuestro propio paraguas-., pero eramos creativos en el sentido de intentar más bien que las personas se interesaran y motivaran por nuestro proyecto y no tanto de ir hacia ellos a la espera de coordinación o apoyo. Erámos bastante auto-dependientes y buscabámos auto-crear un foco de atracción para personas que desearan formarse en los campos que cubríamos. Esto lo haciamos porque creiamos firmemente que la Democracia Inclusiva suponia una sintesis y superación de muchos planteamientos y proyectos existentes.
- Ensayo micro de cómo seríamos si fueramos más: Aunque en proporción a la realidad social éramos pocas personas las que participábamos en los grupos, siempre teníamos metodologías de funcionamiento asambleario muy conscientes e institucionalizadas, puesto que considerábamos que lo que estábamos haciendo era un entrenamiento y aprendizaje que, por tanto, debía servir tanto para un contexto en el que fuerámos pocas personas hasta para un contexto mucho mayor. Esto podía parecer algo rídiculo o exagerado para el momento en cuestión, pero nos ayudaba a apuntar alto y a intentar ser un espejo de lo que tendría que ser en lo macro el funcionamiento social democrático.
- Compartir una visión: las personas que participamos en estos grupos y en su sucesor, el Grupo de Reflexión para la Autonomia, compartimos un bajage ideológico que nos ayuda a entendernos y a poder hablar y analizar cantidad de experiencias desde una perspectiva fundamentalmente común.
Por
lo que atañe a las limitaciones o errores, podría hablar de lo
siguiente, visto en retrosperspectiva,
y en relación al mismo
tiempo a contenidos y a formas:
- Nos basábamos en un paradigma de cambio sobretodo intelectual, a través de las ideas y el estudio, de la ideología, por decirlo de algun modo. Aunque los grupos creaban red, comunidad y amistad, eran sobretodo grupos políticos y con poco componente vivencial-experiencial, cosa que nos hacía perder potencial al encontrarnos pocas horas a la semana y constituir la experiencia, para muchos, sólo un breve lapso de tiempo en su quehacer diario.
- Estudiábamos un sólo libro y de unos temas limitados, la cual cosa podía conducir a desconocimiento o errores en otras cuestiones, a sesgos de análisis o desconocimiento de la realidad en otros. Al ser un proyecto sobretodo de cambio político y económico corríamos el riesgo de caer en el politicismo y economicismo, como de hecho se dió un poco. Ahora algunos hablamos más de la revolución integral, noción que va más allá de la implementación de un proyecto político de cambio social, hacia la creación de un paradigma más holístico que tenga una perspectiva política pero que no se limite a ella.
- En algunos momentos la diferente implicación o liderazgo entre los miembros causó algunas dificultades y problemas, tanto porqué no se reconocía que había personas que dedicaban más energías al grupo como por otras que no encontraban exactamente su función y espacio en él. La distinción entre liderazo y dominación, y la practica de formas de liderazgo y de segumiento que no implican dominación ni sujuzgamiento, es una cuestión muy importante que aún está pendiente de ser resolvida plena y satisfactoriamente en muchos movimentos sociales contemporáneos.
- Quizás nos faltaba una actuación más estratégica en el sentido de mirar más a quién iba dirigida la formación con el fin de formar a personas que luego pudieran efectivamente ser multiplicadores de estos conocimientos y proactivos en la creación de proyectos.
- Dimos poca importancia al factor ético, personal y de valores, a la autoconstrucción de las personas como pieza clave de la revolución. Después vimos que este factor es crucial, y que hay que abordarlo explícitamente, no solo implicitamente.
- Ignorábamos la limitaciones de la Democracia Inclusiva, o las pasábamos por alto cuando las atisbábamos. En el momento en que descubrimos las propuestas de la Democracia Inclusiva nos pareció que contenía un enfoque radical y superador tanto en el análisis como en las propuestas, al mismo tiempo que recogía muchos elementos para articular un proyecto de autonomía social y revolucionario. Este juicio fue y es cierto pero con el tiempo nos dimos cuenta que no dejaba de ser un enfoque parcial del cambio -básicamente economicista y politicista-, que algunas cuestiones que veíamos importantes de analizar no cabían en su perspectiva o se consideraban totalmente inapropiadas -por ejemplo el cuestionamiento de los atentados del 11-S en Nueva York, la cuestión del pico del petróleo y la crisis energética, o los novedosos enfoques sobre la vida que las investigaciones de la nueva biología ponen encima de la mesa, entre otros temas. A nivel estratégico también nos encontramos, en la Red Internacional de Democracia Inclusiva, con ridigeces, centralismo y dogmatismo que limitaban seriamente la autonomía del grupo y a nivel personal con actitudes y valores que distaban mucho de ser ejemplo del cambio que queríamos ser. Fue principalmente por estos motivos por los cuales nos decidimos a disolver el GADI y repensar nuestra actividad política, creando poco después el Grupo de Reflexión para la Autonomía desde el cuál seguimos promoviendo ideas similares a las de Democracia Inclusiva pero desde una perspectiva más nuestra y abierta a nuevos avances, sinergias y estrategias3.
Resultados
Como
he comentado, en total, varias decenas de personas pudieron
participar en estos grupos de estudio y acción, realizando tareas de
autogestión del conocimento que les llevaron a mejorar
sustancialemente su visión política del mundo y de su entorno, y
aportarla a sus respectivos proyectos y allegados. Así pues, creo
que los conocimientos adquiridos han significado una importante
evolución personal e intelectual para muchos y un gran impulso a
proyectos relacionados con las ideas estudiadas. Así, por un lado,
hay personas que han seguido avanzando en el desarrollo, ampliación
y pulimiento de las ideas, para constituir un nuevo paradigma y
nuevos grupos de estudio en sintonia con nuestras evoluciones
ideológicas y que actualicen y amplien nuestra visión del mundo
(este es el caso particularmente de Blai, con el paradigma
Vitalista Integral);
por otro lado,
hay quién ha impulsado proyectos cooperativos y populares en su
barrio (como Eduard, en el Ateneu Cooperatiu La
Base);
otros que han creado comunidades convivenciales pro-comunales (como
Can
Tonal de Vallbona) e intentan
influir en candidaturas municipalistas para radicalizarlas; otros
tienen proyectos editoriales y/o blogs; otros se han implicado en la
Cooperativa Integral
Catalana para
tratar de aportar ideas organizativas y formación ideológica
de manera más o menos informal; hay también quién intenta
contribuir al desarrollo del concepto de Revolución
Integral o
a una red
internacional que
trabaje en este sentido; están los impulsores iniciales de la
Xarxa
d'Estudis per a l'Autonomia,
quienes, habiendo experimentado el aprendizaje autogestionado en el
marco de los GEDIs, decidieron extenderlo en forma de red, fomentando
así la creación de grupos de estudio de diversa índole y tematica,
etc.
Conclusión
Este
texto se ha escrito sobre todo con la finalidad de compartir la
experiencia vivida y los aprendizajes generados con la esperanza de
que pueda ser útil y inspirador para otras personas o colectivos
transformadores que se planteen el desarrollo de herramientas
formativas y educativas como parte integrante de un proceso
revolucionario. Me parece que la importancia de las ideas e ideales,
del desarrollo del factor consciente, en los procesos de cambio no
siempre es tenida en cuenta en la medida que sería adecuada, pues la
urgencia de muchas situaciones nos hace priorizar actuaciones más
visibles y “prácticas” dejando en un segundo plano la reflexión
y la difusión de ideas. Pienso que hay que apostar por vincular
ideología y prácticas, aunando reflexiones que podemos generar a
partir de nuestras vivencias concretas con ideas generales y globales
que nos ayuden a analizar y orientarnos en el mundo en el que
vivimos.
Cada
experiencia es única, tanto como lo es cada momento histórico y lo
que este demanda. Actualmente, el
desarrollo de ideas y prácticas revolucionarias sigue estando a la
orden del día, quizás mucho más
que cuando empezamos a desarrollar los grupos de Democracia
Inclusiva. Es cada vez más evidente que necesitamos llevar a cabo
una gran transformación integral del sistema en el que vivimos,
puesto que este se ha vuelto un sistema bio-cida y que atenta contra
la autonomía y la libertad de cada vez más personas. Necesitamos
entusiasmo, ideas, proyectos, paradigmas, comunidades, grupos de
estudio y acción, semillas que broten por doquier con cada vez más
fuerza y sinergia para ir renovando este mundo caduco e insostenible
que se nos viene abajo. ¡Arriba los corazones, y las cabezas! Manos
a la obra por el desarrollo de la autonomía y la preservación y
potenciación de la Vida.
Laia Vidal
Barcelona,
mayo de 2015
NOTAS
1Este
artículo se basa, en parte, en una autobiografía inedita que
empezamos a escribir hace un tiempo con Blai Dalmau, la cual
pretende explicar con mayor detalle nuestra evolución personal,
política e intelectual en los últimos años.
2“De
la educación sumisa al aprendizaje en libertad”
Blai
Dalmau, 2009.
3Podéis
encontrar el comunicado en el cual explicábamos nuestra decisión
aquí:
http://democracia-inclusiva.blogspot.com.es/2012/11/cesamos-la-intervencion-politica-y-nos.html
Gràcies, Laia, a tu i a totes i tots els i les que heu treballt tant, tant de temps i amb tant rigor. Antaùen!
ResponderEliminarDe res Joan, això només acaba de començar, ens queda a tots plegats encara un camí molt llarg. M'alegro de creuar-me amb persones com tu, amb qui podem compartir sintonies i evolucions. Gràcies a tu també!
EliminarLaia