11/21/2014

¡Somos únicos, somos universales!


Somos únicos y, al mismo tiempo, universales. He aquí las dos caras de nuestro ser. La conciencia de la unidad universal que somos puede emerger, por ejemplo, meditando sobre el hecho de que el sol, la tierra o el aire nos constituyen tanto como nuestro corazón o cerebro, ya que sin aquellos, al igual que sin estos, sencillamente, no podemos vivir, "no somos". El hecho de que somos unicidad concreta se puede captar, por ejemplo, reflexionando sobre el hecho de que cada ser es diferente e irrepetible, desempeña un papel único y no puede desprenderse de su existencia concreta.