5/25/2014

25M: Para una política provital



La política, es decir, la dimensión de la existencia humana que concierne a la reflexión, la deliberación y la decisión sobre los asuntos de la esfera pública, hace ya mucho tiempo que sufre profundas adulteraciones y graves degradaciones debido a la hegemonía de un sistema oligárquico estatista que a menudo va disfrazado con los ropajes de la "democracia representativa". Afortunadamente, sin embargo, a pesar de la inmensa maquinaria propagandística que sostiene y apoya este sistema, en las últimas décadas un número creciente de personas nos hemos dando cuenta, ya sea de forma intuitiva o de forma consciente, que la participación que nos ofrece la "democracia" actual es insignificante en el mejor de los casos y un engaño en el peor. Hemos captado la ineficacia de este tipo de "política" para hacer frente a los problemas fundamentales y para realizar las voliciones vitales de la humanidad y del resto de seres vivos. Muestra de ello es que la abstención electoral ha tendido al alza, alcanzando records históricos en todo el mundo, mientras que la afiliación a partidos políticos ha tendido generalmente a la baja; asimismo, también hemos salido a la calle en repetidas ocasiones coreando consignas como "Que se vayan todos!" (Argentina, 2001) , "Lo llaman democracia y no lo es!" (Cataluña, XXI) o "Nadie nos representa" (España , 2011).

En este mayo de 2014, el espectáculo de la política antivital, como es de costumbre, vuelve a enviarnos papeletas a casa, a pregonar con insistencia por los medios de difusión estatales y capitalistas y a invadir las calles con propaganda. Consignas vacías, falsas promesas, discursos populistas, repeticiones goebbelianas, apelaciones capciosas, alegaciones demagógicas... son algunas de las estratagemas que utilizan las maquinarias burocráticas de los partidos que salen a la palestra pugnando por su parcela de poder concentrado. Pero por otra parte, a principios del siglo XXI, un número creciente de personas estamos esbozando, con hechos y palabras, algunas formulas políticas que apuntan en el sentido provital, pues nos hemos dado cuenta de la miseria, el fracaso y el engaño de la política antivital hegemónica. Sin embargo, todavía existen fuertes inercias que nos impelen y absorben hacia la corriente principal, la del sistema estatal establecido, el cual, justamente por ser cuestionado e impugnado, redobla sus esfuerzos para mantenernos atrapados en sus dinámicas e instituciones.

Esta oposición entre la política antivital, hegemónica y establecida, y la política provital, incipiente y emergente, se pone de manifiesto en los eventos de este próximo 25 de mayo en Cataluña. En este mismo día de las elecciones al Parlamento Europeo, diversas entidades sociales de Cataluña han convocado un Multireferèndum con el lema "Hagamos crecer la democracia! Hagamosla de raíz". Después de una serie de actividades para fomentar la reflexión y la deliberación colectiva sobre diversas cuestiones políticas relevantes hoy en día (transgénicos, deuda, energía, MAT, etc.), la iniciativa del Multireferèndum culmina en una jornada en la que se montarán más de trescientas mesas de voto, autoorganizadas popularmente, a pie de calle y en todo el territorio de Cataluña, a pesar de la prohibición de la Junta Electoral Central. Esta iniciativa, sin duda, demuestra el auge de la conciencia democrática y de la voluntad democratizadora en nuestros días y supone una alternativa saludable y un contrapeso encomiable a la nefasta ceremonia oligárquica de la Unión Europea.

El Multireferèndum servirá, en primer lugar, para volver a constatar y denunciar el hecho de que no vivimos en un régimen democrático. La inmensa concentración de poder de hoy en día, que no ha dejado de aumentar en los últimos tiempos, hace que hablar de "democracia" para referirse al régimen actual sea poco menos que una broma de mal gusto. Los resultados del Multireferèndum, presumiblemente, pondrán de manifiesto que las resoluciones que están tomando las élites dominantes están muy lejos de "representar" la voluntad popular mayoritaria. Por otra parte, el Multireferèndum puede servir como vía para ensayar los procedimientos y prefigurar las instituciones que podrían constituir un régimen verdaderamente democrático. Establecer una red de consultas autoorganizadas popularmente es un paso que puede avanzar en el sentido de desarrollar una red de Asambleas Populares en todo el territorio. La Asamblea Popular es el núcleo esencial e indispensable de un régimen verdaderamente democrático y, por tanto, su soberanía constituye el horizonte de un proceso de democratización verdadero, en el que la ciudadanía recupera efectivamente las riendas de la esfera pública.

Así pues, el Multireferèndum, así como otras iniciativas similares, reportará sus mejores frutos si conseguimos que forme parte de un proceso de aprendizaje colectivo en el que dejamos atrás las vanas ilusiones democráticas del sistema estatal "representativo" y nos ponemos a construir un nuevo régimen político sustancialmente diferente, basado en Confederaciones de Asambleas Populares Soberanas. La celebración del Multireferèndum no debería entenderse, así pues, como un acto reivindicativo para mendigar vanamente, por enésima vez, algunos cambios de rumbo a las élites del Parlamento, sino como una forma de avanzar hacia una verdadera democracia integral, sabiendo que las transformaciones que necesitamos sólo pueden provenir del esfuerzo, la creatividad, la honestidad, la valentía y la lucidez de cada persona, de cada colectivo y de cada pueblo para generar un nuevo movimiento popular revolucionario basado en la autonomía, la cooperación, la comunión, la verdad y el amor.

Este 25 de mayo, ¡Impugnemos la Unión Europea y sus comicios electorales! ¡Construyamos soberanía popular mediante el Multireferendum!

Blai Dalmau
23 de mayo de 2014

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