1/07/2014

Vivir y morir treinta años

Vivimos cada día
y cada día morimos.
nos saludamos
y nos despedimos,
a cada instante,
en cada presente.
¿Qué puedo hacer
con este sentimiento?
Tal vez poesía
para todos mis amigos.

El Yo Cósmico, catorce mil millones;
el Yo Terráqueo, cuatro mil cuatrocientos millones;
el Yo Humano, treinta mil;
el Yo Persona, treinta.

Con treinta años, ha llegado el momento
de un lenguaje reverente pero contundente
que esculpa lo que se presiente
pero a menudo se lo lleva el viento.

Quiero
seguir
y sigo
cuestionando lo " cierto",
indagando del derecho y del revés,
latiendo al unísono con corazones abiertos,
mirando ojos profundos, brillantes y transparentes,
revolucionando y aprendiendo, renovando-me y renaciendo.

Si lo hacemos bien, moriremos
para renacer con más saber,
y renaceremos
para morir con más sentido.

Treinta años atrás, me propusisteis vivir :
he aceptado con mucho gusto;
dando guerra a la guerra,
declarando amor al amor.

Hay quien todo
lo explica por el nacimiento .
En mi caso ,
la casualidad es elocuente :

Cuatro del ochenta y cuatro,
cuatro y veinte y cuatro,
cuatro kilos cuatrocientos,
cuatro letras de nombre.

Cuadrarme a mí
es cuadrar el mundo :
el individuo con la comunidad,
la autonomía con la autoridad,
la democracia con la espontaneidad,
la ciencia con la espiritualidad.

He aquí una expresión
de la misión de un servidor
siempre en evolución
lidiando por lo bueno y por lo mejor.

Albir del Sol
Enero 2014






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