Vivimos cada día
y cada día morimos.
nos saludamos
y nos despedimos,
a cada instante,
en cada presente.
¿Qué puedo hacer
con este sentimiento?
Tal vez poesía
el Yo Terráqueo, cuatro mil
cuatrocientos millones;
el Yo Humano, treinta mil;
el Yo Persona, treinta.
Con treinta años, ha
llegado el momento
de un lenguaje reverente
pero contundente
que esculpa lo que se
presiente
pero a menudo se lo lleva
el viento.
Quiero
seguir
y sigo
cuestionando lo "
cierto",
indagando del derecho y
del revés,
latiendo al unísono con
corazones abiertos,
mirando ojos profundos,
brillantes y transparentes,
revolucionando y
aprendiendo, renovando-me y renaciendo.
Si lo hacemos bien,
moriremos
para renacer con más
saber,
y renaceremos
para morir con más
sentido.
Treinta años atrás, me
propusisteis vivir :
he aceptado con mucho
gusto;
dando guerra a la guerra,
declarando amor al amor.
Hay quien todo
lo explica por el
nacimiento .
En mi caso ,
la casualidad es elocuente
:
Cuatro del ochenta y
cuatro,
cuatro y veinte y cuatro,
cuatro kilos
cuatrocientos,
cuatro letras de nombre.
Cuadrarme a mí
es cuadrar el mundo :
el individuo con la
comunidad,
la autonomía con la
autoridad,
la democracia con la
espontaneidad,
la ciencia con la
espiritualidad.
He aquí una expresión
de la misión de un
servidor
siempre en evolución
lidiando por lo bueno y por lo mejor.
Albir del Sol
Enero 2014
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